sábado, 9 de febrero de 2013

Cap II

Cap II

En el último segundo, Gordon me quito el papel de las manos, lo arrugo y lo guardo en el bolsillo de su pantalón…
-Chicos…- nos llamaba una voz femenina en un susurro, Lily.
-¿Si?- pregunto Gordy.
- Ya no puedo distraerlo mas, será mejor que se vayan…- Informo- Además, ya llegaron sus compañeros…
Yo sin dudarlo ni un segundo, asentí y salí de ahí con paso veloz… A pesar de no aparentarlo, la idea de estar con un cadáver no era mi favorita…Y también, para rematar, infringiendo la ley de cierto modo.
Llegue a la entrada de la universidad.
-¡Matthew…Matt… Matthew! ¡Desacelera el paso!-Me llamaba Gordon, pero yo estaba absorto en mis pensamientos, aislado de la realidad…
Spearks tenía la misma marca que yo, se suicido al igual que yo quería hacerlo en mi sueño cosa que es una gran casualidad… ¿Es casualidad?...
-¡¡Matthew Hams!!-Me grito una voz tan familiar sacándome de mis pensamientos.
- ¿¡Qué?!- pregunte sobresaltado y algo irritado.
- Después dicen que yo soy el que se distrae-Mascullo entre dientes y yo le propine un codazo debajo de la costilla- ¡Auch! Eres un…
- ¿Un que? - pregunte en tono retador.
- Nada- Dijo rindiéndose- Matthew, creo que deberías regresar a tu apartamento.
Sinceramente me sentía muy cansado… Estos últimos días las pesadillas sin sentido me han estado atormentando noche tras noche sin dejarme dormir tranquilamente… pero después del papel que encontramos… ¿Cree el que me voy a ir así por que si?
-No ¿Para que me voy a ir?
- Tienes unas ojeras y con eso no conseguirás ninguna chica Matthew- puse los ojos en blanco.
- Estoy bien- Insistí.
- No, te me va ahora mismo- Dijo utilizando el tono de una madre y yo tuve que reprimir una carcajada.- ¿De que te ríes?- pregunto frunciendo el ceño, en ese momento estalle en carcajadas.
- De nada, de nada… mamá- Dije en tono burlón
-Me importa un cacahuete parecer una madre, mueve tu trasero y adiós-Me puso las manos en los hombros, me dio media vuelta y me empujo, yo di un traspié y casi caigo en el suelo de no ser porque pude mantener el equilibrio.
Apreté la mandíbula para contener el gritarle una palabrota.
-¿Quedo el mensaje claro?
- Si, si, ya me largo- Dije y luego solté un bufido.
- ¡Por fin!- exclamo.
Metí las manos en los bolsillos de mi pantalón y emprendí mi camino a casa… Quedaba lejos pero caminar no le hace daño a nadie…

Perdido otra vez en mi mundo, sumido en la intriga que me carcome, caminando por la acera, el ruido de bocinas, pisadas, gritos, quejas… En fin, los típicos ruidos estresantes de una ciudad a los que yo ya estaba acostumbrado.
Eleve la mirada al cielo, gris, como un día de luto… Tétrica comparación ¿no?, pero así es…Piensen en las películas y como el cielo se nubla, como empieza a llover de forma descontrolada y el rostro de todos los presentes se vuelve apagado y gris igual que el cielo… Pues eso ocurre siempre que aquí llueve, las calles parecen desiertas y solo se ve alguna que otra alma, que, tristemente, no se pudo resguardar de la lluvia…
Pronto, vi como caía una gota, en el cemento de la acera, ahí donde cayo, el color oscureció…Sabia que iba a llover de una forma tan fuerte que simularía una tormenta aunque sin llegar a serlo…
¡¡Gordon tiene el papel!! Me di cuenta de golpe, como si aquella gota me hiciera recordar…
Gordy, a pesar de ser mi hermano y todo… Es un irresponsable y de poca confianza con cosas de valor… Esto no es bueno, no es bueno.
Me di media vuelta y al segundo, alguien choco contra mí, ese alguien traía un café en mano que me cayó encima al igual que unas hojas que se desparramaron por el suelo…
-¡Ouch! – exclamo una voz femenina con un tono entre sorprendido e irritado.
Yo estaba por gritar cualquier cosa, el café traspasó la tela de mi ropa y me quemaba la piel, estaba ardiendo ese líquido.
Eleve la mirada y me silencie...Una chica, de cabello negro, con bucles que caían con gracia sobre sus hombros y espalda, en el una mecha color azul fosforito que resaltaba el azul zafiro de sus ojos. De facciones delicadas, sus labios rosados pálidos, carnosos pero no exageradamente; con un pequeño brillo de lápiz labial, dientes blancos y perfectos… Toda ella es sencillamente una obra de arte que yo me quedaría contemplando por la eternidad.
Vestía unos jeans negros, botas grises, una blusa violeta pero sobre ella una gris que tenía el dibujo de una carita conformada por una ‘’x’ y una ‘’d’’ y luego, en letra cursiva con una elegancia que contrastaba todo… ‘’LOL’’.
El calor que quemaba me regreso a la realidad de golpe y con ello, el enojo que uno ha de tener cuando le tiran café encima.
-¡Deberías ver por donde caminas!- exclame irritado.
- ¿Yo? ¡Pues no se si tienes los ojos en la espalda o que demonios!- chillo ella enrojeciendo, cosa que se hacia notoria en su pálido tono de piel.
-Lo mismo digo- ¿¡En serio?! ¿Fue lo mejor que se me ocurrió?
- Uno no puede detenerse y darse media vuelta así como así- He de admitir que gano.
Cerré la boca indignado con el ceño aun fruncido, ella a diferencia, se relajo y sonrío victoriosamente.
Tomo sus cosas del suelo velozmente, levanto la cabeza dignamente, y continúo su camino.
Abrí la boca para decir algo cuando vi que se le había quedado un trozo de papel. Lo tome sin oponerme a la curiosidad y mire… El papel tenía… Tenía… Ahora quedaría bien una música de suspenso… Tenía unas palabras sin sentido que apenas eran legibles ‘’Los...Capitales… Satánicos’’
¿Qué?
Con un ligero encogimiento de hombros lo arrugue y lo tire en la papelera más cercana…
-Matthew ¿No deberías de estar ya en tu apartamento?- pregunto Gordy saliendo de la nada- Hueles a café ¿Qué paso?
-Una corta historia que no me apetece contarte en estos momentos- Conteste- Lo único interesante que hay en la historia es un papel macabro que dice ‘’Los, Capitales y Satánicos’’, pero no creo que signifique nada, fue un papel que se le cayo a una chica y…
- ¿Una chica?
- Una chica- Confirme- Choque con ella y…
- Wow, wow, wow…- me interrumpió- Recuerda inhalar y exhalar Matthew- Puse los ojos en blanco- Y, sobre todo, que estas hablando conmigo así que has pausas y ve lento, tengo que asimilar la información…
-Yooooo…trooooopeceeeee…- Alargaba las vocales y hacia pausas entre palabra y palabra.
- No tan lento. No soy tonto
- Bueno, según mis variadas anécdotas te podría contradecir en eso ultimo.
- Matthew...-dijo amenazante
- Gordon, olvídalo, solo regrésame el papel ese que conseguimos en el aula de Spearks…- pedí.
-No, no te regresare el papel…
- ¡¿Qué?!
- Sabes que a pesar de todo yo tengo buenas fuentes de información, déjame esto a mí, si no consigo nada te lo regreso… Te prometo cuidarlo como mi vida…- No podía discutirle- Y ya has tenido demasiado por hoy, ve a tu casa, túmbate en el sofá, has lo que se te pegue en gana…Y espera, yo te llamare en cuanto tenga novedades…- Bufe y luego asentí rindiéndome finalmente.
- Bien, iré a casa-Dije- Estas peor que mi madre- masculle entre dientes.
- No quiero que mi niñito este agotado…
- Ok, eso ya es raro…- Estallamos en carcajadas y luego yo continúe con mi recorrido al apartamento.

Llegue al apartamento y me tire en el sofá, deje las llaves sobre la mesita que tenia en frente y luego mire al techo pero sin observar…Ausente.
Perdido en mis pensamientos, en los acontecimientos recientes, las incógnitas, en fin, en mi mundo de inseguridades…Nada fuera de lo normal.
Me puse de pie, me quite la chaqueta y la camisa pues huelen a café y estaban pegajosas. Las lance al sofá y luego me pase las manos por el cabello intentando apartar mi mente de todo este enredo, que, a mi parecer, solo esta empezando.
Camine hasta hallarme en frente del ventanal admirando la ciudad… Pude ver mi reflejo y luego mire la marca en mi brazo…
Se parece mucho a un tatuaje, incluso, me da cierto aire de chico malo o algo por el estilo… Pero, siempre me ha desagradado y la he ocultado como un complejo desde niño.
Me dirigí a la cocina y tome un zumo de naranja y un paquete de galletas saladas, luego me senté otra vez en el sofá de la sala.
Definitivamente, esto de permanecer encerrado en casa… No es lo mío, por decirlo de alguna forma…
Sonó el móvil ¿Tan rápido Gordon consiguió la información?
Me levante velozmente, tome el móvil y sin siquiera mirar el identificador de llamadas, conteste.
-¿¡Que paso?! ¿¡Ya conseguiste algo?!- Pregunte.
- ¿De que me hablas?- Era una voz femenina… Familiar… Nina, mi prima.
Nina, venía de viaje a la ciudad desde Italia y se quedaría conmigo un tiempo.
-¡Me he olvidado de ti! Lo siento Nina.
-Si, ya se que te has olvidado de mi, por algo te estoy llamando… Supuestamente tenias que venir a buscarme al aeropuerto…
- ¿Puedes venir en taxi?- Mire el reloj en mi muñeca, las 14:30, el tiempo paso demasiado rápido…
- ¿Con este clima? Matt, es que tú eres un completo caballero- Dijo con sarcasmo.
- Lo siento, de verdad…
-En fin, yo soy una mujer que se puede valer por si misma… Así que, ya estoy en la puerta del edificio en el que vives.
- Bajo ahora mismo- ¿Cómo era posible que se me olvidara algo así? Un despiste muy atípico de mí.
Tome una camisa negra manga larga, como todas las que tengo, me la puse velozmente y baje corriendo por las escaleras… Vivo en el décimo piso pero ya estoy acostumbrado a bajar por las escaleras, el elevador se daña con frecuencia y tardan mucho en repararlo… Además, jamás me han gustado los elevadores.
-Nina, lo siento, de verdad- Repetí otra vez al llegar y tenerla en frente.
Nina, una joven de cabello pelirrojos, de ojos verdes cual esmeralda, de mi edad, dieciocho años, figura esbelta y sinceramente, toda una modelo pero su actitud… Es algo brusca e impredecible, dependiendo de su humor se puede comportar… Se parece mucho a su padre, el tío Milton, creo que… En fin, a ustedes no les interesa esto.
-Si, ya, ya- Dijo quitándole importancia, luego me abrazo- Te extrañe mucho Matt.
- Vamos Ninay- Solía llamarla así cuando vivía en Italia.
- Me vuelves a llamar Ninay y…- Amenazo dejando la frase inconclusa en el aire- Bien, ahora, para empezar con las lecciones de caballerosidad… Sube mis maletas- Entro al edificio y yo puse los ojos en blanco. Un día de estos quedare bizco, porque con Gordon y ahora Nina…
Llegamos al apartamento.
-¿Que traes en estas maletas? ¿¡Piedras?!
- No seas chillón Matthew-Hizo una pausa y deslizo la mirada por todo el lugar- Lindo, lo tienes organizado… Por cierto, si…
- ¿Si que?
- Si traigo piedras allí, bueno, algo parecido- Solté las maletas en la habitación en la que ella dormiría, el apartamento tenia dos recamaras.
- No me arriesgare a revisar… Por mi salud mental…
- Primero y principal… ¿Tienes cerebro?- Fruncí el ceño pero ambos estallamos en carcajadas.
- Buen punto- Comente al final.
-Ahora, me voy a dar una ducha, desempacar y espero que tengas algo decente de comer-En cuanto dijo eso… Pensé en la leche cortada en el refrigerador.
-Será mejor que pida pizza- Susurre para mi mismo y ella dijo algo en italiano que no comprendí, tengo el italiano descuidado pero con seguridad, se estaba burlando de mi.
El resto del día transcurrió con normalidad, Nina dejaba escapar de vez en cuando su acento italiano al hablar…Lo pronunciaba con tal gracia y elegancia… Aunque se veía opacado aquel efecto por sus toscas palabras, pero sin  embargo, es lo que la caracteriza y sin eso, ella no sería Nina.
Comimos pizza, jugamos Pictonary hasta que ella se canso, es decir, cuando yo iba ganando.
Luego ella se fue a su recámara dejándome todo el desorden a mí... Ordene todo mas o menos y me dirigí a mi habitación.
Me senté en la cama y mire mi móvil, el cual se había quedado sin batería y lo puse a cargar… Gordon no había llamado… De todos modos, no creo que consiga información, yo la he estado buscando por años y hasta ahora lo único que he conseguido sobre mi marca es ese papel… Y encima… ¡¡Estamos hablando de Gordon Grubber!!
Me acosté y puse mis brazos debajo de mi nuca, me quede mirando al techo… Blanco, blanco y blanco… En serio creo que mi hobbie mas reciente es mirar al techo.
Sentí los parpados pesados y luego cedí al sueño.

-Señor Hams- Murmuro una voz irreconocible- Hams…-Sentí una mano helada en mi hombro que causo un respingo repentino por el sobresalto de regresar a la realidad después de un sueño, sin embargo, no abrí los ojos…
Sabía que no era Nina, era una voz masculina, cansada, histérica y desesperada.
-Señor Hams- me llamo de nuevo, esta vez con un toque mas de histeria.
Poco a poco abrí los ojos, todo difuminado… Pero al aclararse lentamente mi visión, al enfocarse como una cámara al tomar una foto… Alguien me puso una mano en la boca, afortunadamente lo hizo porque yo si hubiera gritado como niñita… Tenía en frente a…

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